Mi origen...
Soy nieto de la Cataluña plural: tres abuelos valencianos y uno catalán.
Nací en Badalona, al lado de la fábrica de Anís del Mono.
Soy, pues, hijo de la gran Barcelona, de la metrópolis mediterránea.
Crecí en el Eixample, ese gran sueño de Cerdà hecho realidad, ese gran legado de nuestros antepasados que deberíamos cuidar con mimo en lugar de castigar con ocurrencias.
También viví en la Barceloneta, ese barrio ganado al mar, que conjuga entusiasmo y humildad.
Mi abuela fue taquillera en el metro, mi madre fue costurera y mi padre, guardia urbano.
Me criaron en la cultura del esfuerzo.
Me eduqué en el amor a esta ciudad. He vivido su evolución como la historia de mi vida.
Estudié Derecho, y pagué los estudios fabricando cinturones para venderlos en la universidad.
Mis convicciones...
Siempre trabajaré al servicio de una Barcelona sensata.
Siempre defenderé los intereses de los barceloneses.
Siempre milité en los principios de la libertad y la concordia.
Siempre defenderé la libertad y la Barcelona de las oportunidades.
Nunca he cambiado de partido, nunca he defendido proyectos de división y nunca apoyaré a Colau.
Quienes me conocen saben que me dejaré la piel trabajando para nuestra maravillosa ciudad.
Creo que mi trayectoria personal confirma la firmeza de mis convicciones.
Mis aportaciones...
Tengo experiencia y coherencia: fui concejal de Barcelona, diputado en el Parlamento catalán y presidente del Partido Popular de Cataluña.
Porque amo mi ciudad, hablo indistintamente sus dos lenguas, el catalán y el castellano, y siempre defenderé la riqueza de esa diversidad.
Porque amo mi ciudad, no me gusta el actual gobierno municipal, y pretendo ser la llave del cambio necesario.
Porque amo mi ciudad, seré fiel a ella, por encima de siglas e ideologías.
No apoyaré a quienes han dejado la ciudad así, totalmente descuidada.
No me iré a medio mandato.